No. No es lo que parece. Está escrito en portugués, y significa «este año salva una pardela cenicienta».
El cagarro, o pardela cenicienta (Calonectris diomedea ssp. borealis), pertenece a la familia de los petreles (F. Procellariidae) y es el ave marina más común en las Azores. De hecho, se estima que sobre un 60% del total de la población mundial de esta ave nidifica aquí en el archipiélago, estando sólo presentes de marzo a octubre para luego migrar hacia otras latitudes más al sur del Atlántico.
Se alimenta de peces y de cefalópodos, aunque también puede actuar como ave necrófaga, alimentándose de restos de animales muertos. Para pescar, se reunen en grandes grupos en el mar, pudiendo bucear hasta 15 metros de profundidad para poder así capturar a sus presas. ¡Todo un espectáculo de la naturaleza! De hecho, estas reuniones son usadas por los pescadores de la zona para localizar grandes bancos de peces.
Pasan la mayor parte del tiempo en el mar, yendo solo a tierra firme para nidificar. Es por tanto muy común verlas posadas en el agua o volando a poca altura cerca de la costa, aunque a veces pueden elevarse a gran altura aprovechando las corrientes térmicas. Normalmente son muy curiosas y por ello es fácil verlas planear cerca del barco.
Silenciosa en el mar durante el día, por la noche, cerca de sus zonas de nidificación, emite unos estridentes sonidos guturales muy característicos. Éste es el sonido que más identificamos con las Azores, el sonido de los cagarros volando cerca de sus nidos por la noche.
Las parejas, normalmente monógamas (parejas para toda la vida), suelen nidificar en agujeros en el suelo o en las rocas, donde ponen un sólo huevo por temporada. Los dos padres se turnan en los cuidados de la única cría, la cual nacerá después de 50 días y crecerá rápidamente multiplicando por diez veces su masa en sólo un mes, y alcanzando la madurez sexual a los 7-10 años.
Pero a pesar del elevado número de pardelas cenicientas en estas islas (casi 100.000 parejas), esta especie se encuentra catalogada como «Vulnerable» en el Libro Rojo de Vertebrados de Portugal, puesto que ha experimentado un retroceso en el número de individuos.
La principal causa de este descenso es que, durante la noche, son atraídas frecuentemente por las luces de los automóviles, siendo así atropelladas, además de ser cazadas por animales introducidos como el gato doméstico (Felis silvestrus catus). Por tanto, como éstos son hechos difíciles de evitar, se han organizado muchas campañas de protección de cagarros en las Azores, siendo la principal la de «SOS Cagarro»:
Por tanto, si alguna vez os encontráis una pardela cenicienta herida o desorientada, no la capturéis: ponendla en una caja con agujeritos, tapadla para que se relaje y soltadla al mar para que ella sola se reoriente y así «faz um amigo!».
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como experto en cagarros espero que esta entrada sea digna para ti
Ja se sabe!
Muy digna, solo discrepo en «siempre monógamas (parejas para toda la vida)». Ni en las pardelas el amor es para toda la vida
editado…!