Ya llevamos dos semanas viviendo en la isla de Pico, pero a pesar de ello, poco podemos mostrar. El tiempo no nos ha acompañado mucho durante todos estos días, puesto que parece que el invierno todavía no se ha ido. El mal tiempo ha hecho que no podamos hacer buenas fotos de todo lo que hay que ver en esta isla, y apenas hemos tenido tiempo entre una cosa y otra de hacer turismo.
Poco a poco vamos adaptándonos al ambiente de la isla, cosa que nos encanta, y vamos conociendo a más gente. Entre ellas a Ángela, una chica de Jaén que ha venido a pasar un mes aquí para trabajar en el «woofing» (trabajo en una granja ecológica a cambio de comida y alojamiento gratuitos). Fue ella la que nos invitó a las fiestas de Monte, el pueblo donde ella vive, a 5 kilómetros de Madalena. Allí pudimos ver el ambiente de la fiesta, ver un partido de futbol (ganó el equipo de Monte por penalties), ver los juegos típicos del pueblo y hasta la entrega de premios. Especial atención merece el video del lanzamiento de bolos…
Después de la fiesta, Dezio, el responsable del goofing de Ángela, nos invitó junto con Arne, un alemán que trabaja también en el whalewatching, a ir a su casa a beber vino de Pico y a tocar los numerosos instrumentos que tiene: guitarra, «viola da terra», bateria, bajo, didjeridú… formamos una bonita banda… aunque musicalmente no tenemos mucho futuro…
Ángela ya se volvió hoy para España… ¡esperamos verte pronto en algún lugar del mundo!
acbalestegui 