El primer parque nacional que decidimos visitar fue el famoso Parque Nacional Manuel Antonio, en la costa del Pacífico, zona de bosque húmedo tropical. Debido a su fácil accesibilidad y a sus pequeñas dimensiones es uno de los parques más visitados de todo el país. Además, ha sido considerado por algunas revistas como uno de los parques más bonitos del mundo.
Nos levantamos bien temprano para poder estar a primera hora de la mañana en el parque y pasamos todo el día allí. Sabíamos que en este parque era «factible» ver muchas especies de animales, pero aun así, pensamos que no iba a ser fácil, así que al principio andamos en silencio y con cuidado en busca de animales. Sólo empezar ya pudimos ver un venado de cola blanca (Odocoileus virginianus) e incluso hacernos fotos con él. ¡Buena manera de empezar!
Al encontrarnos con cualquier cosa viviente, como pequeñas lagartijas, les hacíamos fotos como si fuera a ser lo mayor que íbamos a ver. Per poco después nos dimos cuenta que en este parque no sólo era factible ver animales, ¡si no que era muy fácil!, ya que una vez llegamos a una de sus playas principales, a parte de las hordas de turistas que allí habían, empezamos a ver montones de monos capuchinos de cara blanca (Cebus capucinus) y mapaches cangrejeros (Procyon cancrivorus), además de enormes iguanas y millones de cangrejos ermitaños. ¡Hasta pudimos ver un perezoso! Aunque éste estaba muy lejos y no pudimos distinguir qué especie era…
Nos encantó el Parque Nacional Manuel Antonio por sus playas paradisíacas, por su facilidad para ver fauna y porque a pesar de la multitud de turistas que lo visitan anualmente, parece que el dinero está bien utilizado para la conservación del parque, para su limpieza y mantenimiento y para programas de educación ambiental que allí se llevan cabo. Creemos que en un parque de este tipo, es importante que los ingresos recibidos se vean reflejados en este sentido.
Lo «malo» de haber tantos turistas, es que los animales se han acostumbrando mucho a su presencia, por lo que han modificado mucho su comportamiento. Son muy comunes los robos al despiste… ¡por parte de los capuchinos! Más vale tener un ojo en tus pertenencias..