Días emotivos

Saliendo de la rutina, estos últimos días han sido un poco emotivos, con celebraciones de cumpleaños, despedidas y también bienvenidas.

Por una parte, celebramos el 26 cumpleaños de Laura. Preparamos sandwiches de pan bimbo con Nutella (¡muy apreciada cuando te encuentras a dos horas en bote de la civilización en medio de la selva!) Nos reunimos los RNs, algunos guías y los investigadores. Por la noche, Marcelino (el exjefe de la cocina del que ahora hablamos) preparó un par de tartas de chocolate para Laura, de la que todos, incluyendo turistas, comimos hasta reventar.

A día siguiente nos despedimos de Marcelino, todo un personaje que ha dedicado 20 y pico años a la cocina en el Explorer’s Inn, y que por decisión propia abandona la cocina  para dedicarse a otros negocios en Puerto Maldonado. ¡Te echaremos de menos, Marcelino!

Pero con la salida de Marcelino ha llegado una sustituta, Sandy, y con ella, su hijo Santiago de 4 años y suuuuper riquiño. ¡La verdad es que en los días que lleva aquí nos hemos convertido en sus hermanos mayores!

Además de Laura en este mes han cumplido años Leti y las dos Rocíos «¡felicidades rulas!» 🙂 Y la madre de Albert,  Marisa… «FELICITATS MAMA!»

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Puerto Maldonado, una ciudad en construcción

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Una vez al mes más o menos, bajamos a «Puerto» para desconectar un poco del trabajo de RN y abastecernos de cosas tan necesarias como repelente de mosquitos, pasta de dientes y, sobretodo, galletas para matar el gusanillo que nos entra en las trochas (senderos).

Puerto Maldonado, capital del departamento de Madre de Dios, es una pequeña gran ciudad, típicamente selvática, de poco más de 50.000 habitantes. En los últimos años ha crecido muchísimo, aumentando en número de habitantes, edificios y asfaltando gran parte de sus calles. Este crecimiento es debido en gran parte al negocio de la minería, pero también al aumento del ecoturismo en la zona que atrae a mucha gente de la sierra e incluso de países fronterizos (como Brasil) en busca de un futuro mejor.

La vida de Puerto gira en torno a la Plaza de Armas, muy carismática, con puestos de vendedoras ambulantes, hippies mochileros/artesanos, pintores, etc. Pero la tranquilidad que se puede respirar en esta plaza es solo aparente, ya que en las calles que la rodea hay un ruido permanente de motos y mototaxis (una especie de rickshaws)… ¡raro es ver un coche!

El mayor atractivo de la ciudad es la selva que la rodea. Al ser una ciudad todavía en construcción no tiene grandes monumentos históricos para visitar y lo único reseñable es el «mirador de la biodiversidad», una torre de unos 42 metros desde donde puedes comprobar que la ciudad está rodeada por un mar verde…

PD: ¡Gracias a todo por los comentarios! nos hace mucha ilusión verlos y nos gustaría contestar uno por uno, pero la conexión que tenemos lo hace imposible…